Hay tiendas que tienen cosas muy bonitas y atractivas.
A uno le apetecería comprar de todo.
Al final después de mirarlo todo con atención es difícil decidir lo que quieres comprar y te vas con las manos vacías.
Sobre todo si son productos que pesan o se pueden romper con mucha facilidad.
A mí la cerámica siempre me ha gustado mucho. Pero he roto demasiados platos y jarrones.
No quiero llevarme más disgustos por romper algo.
Así que he decidido no comprar más cerámica.
En Japón, conozco a un español que hace verdaderas obras de arte.
Es un artista y se gana la vida con ello.
Creo que con el tiempo será famoso y se valorará mucho más su arte.