Me gusta la gente que tiene buenas ideas.
Siempre esperas de ellos una propuesta genial, un comentario interesante o un razonamiento lógico con mucho sentido.
En cambio las personas con poca imaginación, no son tan interesantes.
Creo que hay que educar a los niños desde pequeños para que tengan ideas.
Para que piensen ellos mismos y tengan seguridad de lo que vayan a decir.
De lo contrario, estas personas nunca estarán seguros de nada y no podrán reaccionar ante situaciones complicadas.