Si voy caminando por una ciudad o un pueblo y veo este bar, no lo dudaría dos veces y me sentaría en una de las sillas del exterior.
Cuando viniese el camarero le pediría una cerveza.
También unas aceitunas o un plato de patatas fritas.
Y quizás, si la cerveza está rica, tomaría otra o dos más.
Creo que el lugar tiene su encanto, y como yo, mucha gente haría lo mismo.
El exterior de un bar o un restaurante, es muy importante.
Muchos de los nuevos clientes decidirán elegir este local o no por la apariencia.
Los colores, la decoración, el mobiliario y la limpieza son fundamentales.