El otro día, un amigo preparó unos pinchos en su casa.
Me llamó por teléfono diciéndome que había hecho unos pinchos como en el País Vasco.
Yo le creí, tenía muchas ganas de comer pinchos.
Cuando llegué a su casa, me sorprendí mucho.
Lo pinchos eran cerezas, salchichas y un trozo de queso.
No eran pinchos auténticos.
La próxima vez le ayudaré a hacer un poco mejor los pinchos.