Pasear siempre es bueno. Hacemos ejercicio, fortalecemos los músculos y la sangre circula con más velocidad.
Pasear con perros es más divertido.
Puedes jugar con ellos, te hacen compañía y te obligan a que camines todos los días.
Yo no tengo perro y tampoco quiero tenerlo, pues de lo contrario tendría que bajarle a la calle todos los días y pasear con él.