Hoy, una estudiante de ADELANTE Osaka, me ha dicho que una amiga suya tiene una codorniz en casa.
Ella compró huevos de codorniz en el supermercado y los estuvo incubando con un calentador.
De uno de los huevos salió una cría de codorniz.
De siempre, este ave cree que ella es su madre.
Por lo tanto, cuando vuelve a casa la codorniz la sigue sin descanso.