Después de muchos años viviendo en Japón y conociendo a muchas personas gracias a mi trabajo, he llegado a la conclusión que es muy agradable conocer y rodearte de gente positiva.
Ante un problema, todos actuamos de forma diferente, pero la gente positiva siempre ve una solución o quita importancia al asunto.
Lo positivo atrae a lo positivo y la gente huye de lo negativo.
Por lo tanto hay que mirar todo con optimismo.