Recuerdo cuando tenía 16 años que viajé en barco de Italia a Grecia.
Antes del viaje estaba emocionado y con muchas ganas de que empezase la travesía.
Pero cuando llegué a Grecia me dije a mí mismo que el barco sería siempre la última opción a la hora de elegir un medio de transporte.
No me gusta viajar en barco.
Es mucho más cómodo y rápido el avión.